Por: Franklin Ormaza González, PhD. Cámara Nacional Pesquería.
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Resumen. El EPO ecuatorial tuvo un evento la Niña en el 2016 hasta entrado 2017, desde febrero se encuentra en estado neutral con anomalías positivas pero menores a 0.5C. El evento la Niña del 2016 impactó de manera positiva la disponibilidad de poblaciones de atún. Los volúmenes de pesca registrados entre enero y mayo del 2016 en comparación al mismo periodo del 2016 se incrementaron en 18.1% en capturas totales, pero el patudo registró 54%. Los modelos predicen en su mayoría condiciones neutrales, pero ciertos proyectan condiciones La Niña, lo cual no sería inusual, ya que este evento generalmente es interanual. Esto último será beneficioso para las pesquerías en el EPO en general.

Introducción. Las condiciones oceanográficas afectan de manera importante las poblaciones de los peces pelágicos (Ormaza-González et al., 2016). En los últimos años el Océano Pacifico ecuatorial-central y el este (EPO)se pasó de un fuerte evento cálido (2015) a un frio La Niña (2016) en área Niño 3.4 a un evento pasajero pero intenso en Niño 1+2 (enero-marzo 2017), y actualmente se ha declarado que las condiciones neutras que vienen prevaleciendo en 3.4 desde febrero 2017, se van a mantener tal cual durante el transcurso del 2017. Se realiza un breve análisis de las condiciones oceanográficas y captura de atún.

La oceanografía en área el Niño 3.4. Esta área (Fig. 1) es la que se emplea para definir procesos cálidos o fríos en el Pacífico Ecuatorial Central, a pesar de estar ubicada alrededor de 8000 km de distancia al oeste de la costa ecuatoriana, lo que ocurra puede afectar las condiciones al oeste de las Islas Galápagos y por ende las pesquerías del atún que se realizan alrededor (fuera de la zona de la Reserva Marina de Galápagos). Aunque, las posibilidades netas son de aproximadamente 50%, es decir, cuando ocurre un evento cálido/frio en 3.4 estas se pueden ver reflejadas en 1+2 (Ormaza-González, 2017 -en preparación-), en otras palabras, por 2 eventos en 3.4, 1 de ellos se refleja en 1+2 y al Oeste dela Galápagos.

Fig.1. Las áreas donde se estudia los eventos cálidos y fríos. Fuente: http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/precip/CWlink/MJO/enso.shtml.

 

 

Actualmente, las condiciones térmicas en 3.4 son neutras (Fig. 2.), es decir las anomalías se mantienen entre -0.5Cy +0.5C, según los registros de la NOAA, desde diciembre a julio las anomalías han variado desde -0.40 C a 0.50C con un valor medio de 0.09C. Sin embargo, en 1+2 las variaciones de las anomalías han sido mayores, variando de 1.89 (marzo) a 0.14 (junio) a con la media de 1.09C. El comportamiento en tiempo has sido dramático, ya que los cambios han producido impactos sustanciales en la meteorología de la región. Las dramáticas lluvias en Ecuador y Perú, que, aunque en volumen no superaron eventos cálidos, su intensidad en ciertos lugares produjeron desastres materiales y hasta de vidas humanas.

Fig.2. Comportamiento de las anomalías térmicas en las cuatro áreas de estudio. Fuente: http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/precip/CWlink/MJO/enso.shtml.

 

 

Impacto en las pesquerías. Ya se había advertido (Ormaza-González 1916), que las pesquerías pelágicas y otras deberían ser beneficiadas en corta o mediana escala por el evento frío La Niña, las cual se dio en el segundo semestre del 2016. Durante este evento las masas de agua fría y ricas en nutrientes afloran en las costas ecuatorianas y peruanas (Corriente Humboldt) y al Oeste de las Islas Galápagos y entre estas y las costas ecuatorianas (Corriente de Cromwell). Ormaza-González et al. (2016) encontraron que los desembarques de atún en el EPO tienden a ser mayor cuando el EPO registra anomalías negativas, en la Fig. 2 igualmente se observa que la mayor parte del 2016 Niño 3.4 tuvo anomalías negativas hasta marzo 2017; así mismo otros autores han reportado la influencia de las condiciones oceanográficas y geoquímicas sobre los atunes (Lehodey et al. 003; Lehodey et al., 2006). Este hallazgo se corrobora con el incremento de desembarques enero-mayo del 2017 comparado a igual periodo del 2016, así existe un importante incremento (Tabla 1) del 18 % en las capturas totales, siendo el patudo (Thunnus obesus) el que registra un incremento del 54%. El patudo es una especie es favorecida por los afloramientos de Humboldt y Cromwell. Adicionalmente, de acuerdo con reportes (no publicados) el tamaño (peso) de los atunes ha incrementado notoriamente.

Tabla 1. Desembarques de diferentes especies de atún capturado en el EPO. Datos de la CIAT. Elaboración J. Anastasio (2017, comunicación personal).

 

 

Posibilidades segundo semestre 2017. Las predicciones en oceanografía están mejorando al tenor de mejor y más registros in situ (boyas), robots, o vía satelital de datos; sin embargo, se deben tomar con mucho beneficio de duda cualquier modelo que se proyecte más allá de 3 meses. En la figura 3, se muestra las proyecciones trimestrales por cada mes de anomalías térmicas superficiales, es decir, agosto-septiembre-octubre, septiembre-octubre-noviembre, octubre-noviembre-diciembre, así hasta febrero-marzo-abril del 2018. A partir de agosto las anomalías negativas en las todo el EPO ecuatorial predominarán, con valores de hasta -2C a -3C, lo que científicamente produciría el retorno de Niña, la cual se extendería hasta el 2018. El retorno de La Niña no sería inusual; estos eventos generalmente ocurren en modo interanual, de manera particular en los periodos interdecadales fríos, como el que estamos pasando en estos años (2000-2025/2030)

Si la Niña efectivamente retorna, las pesquerías del atún mantendrían un pico en producción, ya que los niveles tróficos primarios incrementarían en volumen y diversidad, lo cual transferiría energía al nivel trófico de los pelágicos. Se podría esperar un par de años de capturas igual o por encima del promedio del 2014-2015. El patudo en conjunto con la albacora (Thunnus alalunga) serían de los más beneficiados por estas condiciones.

 Fig. 3. Proyecciones de las anomalías térmicas en el EPO ecuatorial. Fuente: http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/precip/CWlink/MJO/enso.shtml.

 

 

Conclusiones. El EPO ecuatorial tuvo un evento la Niña en el 2016 hasta entrado 2017, desde febrero se encuentra en estado neutral con anomalías positivas pero menores a 0.5C, que es el limite para definir el evento El Niño. El evento la Niña del 2016 impactó de manera positiva la disponibilidad de poblaciones de atún para su captura, este se refleja en los volúmenes de pesca registrado entre enero y mayo del 2016 en comparación al mismo periodo del 2016; este incremento fue del 18.1% en capturas totales, pero el patudo registro 54%. Los modelos predicen en su mayoría condiciones neutrales, pero ciertos proyectan condiciones La Niña, lo cual no sería inusual, ya que este evento generalmente es interanual. Esto último será beneficioso para las pesquerías en el EPO en general.

Referencias.
Anastasio Jimmy (2017). Asesor científico CNP. j.anastacio@camaradepesqueria.com
Lehodey, P., Chai, F., and Hampton, J. (2003) Modelling climate related variability of tuna populations from a coupled ocean–biogeochemical-populations dynamics model, Fish. Oceanogr., 12, 483–494.
Lehodey, P., Alheit, J. , Barange, M., Baumgartner, T., Beaugrand, G., Fromentin, J. M., Hare, S. R., Ottersen, G., Perry, R. I., Roy, C., van der Lingen, D., and Werner, F. (2006): Climate variability, fish and fisheries, J. Climate, 19, 5009–5030.
Ormaza-González, Franklin Isaac; Alejandra Mora-Cervetto y Raquel María Bermúdez-Martínez. (2016). Relationships between tuna catch and variable frequency oceanographic conditions. Adv. Geosci., 42, 83–90, 2016 www.adv-geosci.net/42/83/2016/ doi:10.5194/adgeo-42-83-2016.