Entrevista de Ecuador Pesquero al Ing. Gosseling de Vries, Gerente General de Probrisa

Para el empresario Gosseling de Vries, Gerente General de Probrisa, una de las principales abastecedoras de este tipo de materiales y equipos, es alentadora la mejoría que viene experimentando el sector pesquero con la recuperación de los precios del atún, lo cual les ha permitido mejorar su cartera vencida.

“El cobro de cartera ha mejorado para nosotros porque el precio del atún se recuperó, tuvimos un par de años muy complicados cuando cayó el precio del atún a 700 dólares y para muchos clientes ese precio no les representaba rentabilidad y era difícil para ellos pagarnos; nosotros apoyamos refinanciando deudas y extendiendo plazos durante ese par de años complicados”, señaló.

De Vries recalca que una de las maneras de mejorar la competitividad es no gravando con aranceles los materiales que usan los barcos en sus faenas de pesca.

Finalmente enfatiza que el Gobierno debería de entender que el Ecuador compite con flotas de otras partes del mundo donde los costos de los insumos son más bajos que los del Ecuador, básicamente por temas arancelarios. Nosotros mismos tenemos una sucursal en el Perú y los aranceles que pagamos allá son inferiores a los que se pagan en el Ecuador, por ende los precios de venta en el Perú son más bajos que los que se manejan en el Ecuador, a pesar de que el costo en fábrica es exactamente el mismo. Eso significa que un barco peruano tendrá una ventaja competitiva frente a un barco ecuatoriano en sus costos de operación; lo mismo pasa con flotas que operan desde Panamá u otros países con aranceles más bajos que los que tenemos localmente.

 

REDUCIR IMPUESTOS

“Se está rebajando el tema de las salvaguardias gradualmente, pero, en cambio, se están generando más aranceles por otro lado. Diera la impresión de que se lo hace para compensar la eliminación de las salvaguardias; si ese es el caso, el efecto de baja de costos se va a ver mermado por el incremento de otros. Por ejemplo, se le puso desde enero un 25% de aranceles al cable de acero que es un producto que no tenía aranceles y que además no se fabrica localmente; este es un producto clave en la operación de los barcos y lo único que hará es aumentar los costos de operación innecesariamente”, subraya De Vries.

Otro problema que nos afecta es la manera arbitraria en que la aduana reclasifica ciertos productos que no tienen una partida arancelaria específica y los ubica en partidas que pagan mayores aranceles. A pesar de los argumentos presentados y las explicaciones del caso por ser productos muy técnicos que para ellos son difíciles de entender, en el 99% de los casos tenemos todas las de perder porque se impone el criterio de la aduana que se inclina siempre por la partida que más arancel paga.

De Vries sostiene que otro problema para su sector es la cantidad de impuestos disfrazados que se pagan. Impuestos por todo y en todo, lo cual no nos permite un mejor desempeño comercial y una mayor competitividad en relación con otros países.

Agrega que en el tema laboral también se necesitan cambios, ya que las leyes laborales son bien complejas y poco flexibles. Esto complica la contratación de personal cuando la situación lo amerita, como en el caso de las vedas del atún, en que la demanda de trabajos por reparación de redes se incrementa considerablemente. Todos estos factores, sumados a que la mano de obra es cara en el país, le quitan competitividad a la industria local, según advierte.