La pesca sostenible ha sido un foco de discordia a lo largo de los años tanto para la industria pesquera, procesadora y minorista como para las organizaciones ambientalistas y los consumidores. Ante esto plantear un sistema de certificación efectivo para la pesca sostenible se ha convertido en un factor clave.

Durante la última década, la sostenibilidad de la producción de alimentos marinos ha mejorado y es motivo de optimismo para el océano como fuente de riquezas y hábitat para muchas especies. En un intento por el reconocimiento de los esfuerzos en curso, muchos productores y distribuidores de alimentos ahora demandan que los productos a ser vendidos sean sostenibles. Para esto dependen de las organizaciones que otorgan diferentes certificados de sostenibilidad, como la prestigiosa MSC.

Sin embargo muchas organizaciones mantienen que la etiqueta de sostenibilidad a veces representa una desventaja, porque al afirmarse que un producto es 100% se desestimula la búsqueda de información por parte de los consumidores y nuevos avances urgentes para la protección de las poblaciones de peces.

“Creemos que una afirmación como ésta (“Vendemos un producto 100% sostenible”) corre el riesgo de la venta desprovista de los retos que nos ocupan y elimina los incentivos necesarios y en curso para el aprendizaje, la mejora y la innovación. Sostenemos que el mejor camino para los productores y los minoristas es demostrar y comunicar las acciones y logros concretos que se están realizando hacia un sistema alimentario más resistente y saludable, hoy y para el futuro,” afirman Michael F Tlusty y Øistein Thorsen.

Así mismo la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac) realizó algunas observaciones acerca de la certificación MSC, refiriéndose a la misma como “engañosa”.

Ante esto el Marine Steward Council respondió que su intención es promover el uso de  técnicas de pesca sostenible, estableciendo un punto de referencia para los consumidores y minoristas en cuanto a la preferencia por el atún capturado sin Dispositivos de Concentración de Peces.

En este sentido defiende que los pasos y requerimientos para obtener la certificación tienen comoobjetivo diferenciar qué parte de la pesca ha sido capturada sin DCP y cuál sí. El MSC exige que las capturas libres de DCP sean mantenidas aparte, en otros lugares de almacenamiento o separados mediante redes, cuyaobservación muchas veces requiere de personal autorizado por el MSC como observadores a bordo.

También se requiere que en casos como el del atún -donde sólo una parte de la carga busca la certificación- procesadores y compañías pesqueras estén certificadas de acuerdo a su Estándar de la Cadena de Custodia (CdC).

«Somos muy conscientes de los riesgos asociados con los buques que pescan tanto capturas certificadas como no certificadas, y estamos trabajando con los certificadores para garantizar que los requisitos de la CdC del MSC sean eficaces y que se cumplan», señala el MSC en su comunicado.

Fuente Fis.com