Para el negocio de la harina de pescado en el Ecuador se prevé un nuevo giro en los próximos años, toda vez que el consumo del producto es cada vez mayor a nivel nacional y debido también a la presencia en nuestro país de las principales empresas productoras de alimentos balanceados del mundo.

Pedro Tomalá, gerente general de JUNSA, una de las principales empresas productoras y exportadoras de harina de pescado, sostiene que efectivamente ya hay un consumo muy importante del producto en el Ecuador. “El mercado local sigue creciendo en base al camarón, hay empresas importantes que están invirtiendo en el país para poder implementar nuevas tecnologías en la fabricación de alimentos balanceados para la producción camaronera”, subraya.

Mayor demanda local

Pedro Tomalá explica que la demanda local de harina de pescado muestra un crecimiento sostenido. Por ejemplo, que pasa con nosotros, en JUNSA ahora en el 2017 estamos vendiendo el 40 % de nuestra producción en el mercado local y el 60 % es exportado.

“El panorama está cambiando, incluso mis reglas del negocio, ya que para el 2018 comercializaríamos localmente el 70 % y solo el 30 % lo estaríamos exportando, es decir el mercado local se ha convertido en un gran consumidor de harina de pescado”, puntualiza.

Presencia transnacionales

Lo señalado por Pedro Tomalá va de la mano con la presencia en nuestro país de las principales empresas o grupos transnacionales del mundo en a producción de alimentos balanceados, especialmente para la actividad acuícola.

Recientemente se instaló en el país el grupo norteamericano Cargill, que prevé producir inicialmente 50 mil toneladas de alimentos balanceados al año y luego ir aumentando su producción.

A ellos se suman empresas como Nicovita del Perú, Nutreco de Holanda y Biomar de Chile; y, las nacionales Alimentsa y Agripac con muchos años ya en el negocio.

“Ya en Ecuador tenemos a los más grandes del mundo en lo que es alimentos balanceados y ellos apuntan a que el mercado de la industria camaronera siga creciendo y siga estabilizado en el país, por la experiencia que ya se tiene de haber enfrentado exitosamente en los últimos 20 años enfermedades y otros problemas en el camarón”,

Agrega que el Ecuador se ha fortalecido, sabe cómo actuar, mientras que no ocurre igual en otros lugares como en China donde hay nuevas enfermedades que están afectando a la industria camaronera, al igual que sucede en Centroamérica donde también tienen problemas.

» En JUNSA ahora en el 2017 estamos vendiendo el 40 % de nuestra producción en el mercado local y el 60 % es exportado.»

Precios competitivos

En cuestión de precios no es más importante exportar, todo es commodities en los mercados, dice el gerente de JUNSA y subraya que la tendencia en los precios de la harina de pescado sería a la baja por la importante producción que tiene el Perú, que está por arrancar con una nueva cuota, sumado a otros factores.

“Qué pasa con los precios en el mercado local, al ser un consumidor grande de harina de pescado no se afectan por lo que acontezca en China o en Perú. Si las tendencias de los precios son a la baja en China, el mercado local puede mejorar sus precios dependiendo de los precios del camarón exportador por el Ecuador”, según sostiene.

Certificación es vital

El gerente de JUNSA destaca que en este nuevo giro del negocio es funda

mental la calidad del producto, toda vez que las fábricas de alimentos balanceados buscan harinas calificadas y certificadas (GPM) (IFFO RS).

El Ecuador está en proceso de calificar IFFO RS, que es la tendencia mundial en el consumo de harinas y aceites de pescado. Para completar el proceso el país debe lograr un ordenamiento pesquero a corto plazo.

“Que se origina con todo esto, una visión a largo plazo de la industria camaronera aquí en el país, donde empresas nacionales, extranjeras y multinacionales se enfocan al camarón ecuatoriano y esto va de la mano con la harina de pescado cuya producción, si los precios son competitivos, se quedará localmente y las exportaciones tenderán a disminuir”, concluye Pedro Tomalá.